La poesía es la espiral que en los giros sagrados, dolorosos y fundamentales nos permite mirar la magia en las escalinatas del éxodo infinito de la humanidad. Camino donde se encienden destellos de amor, desamor, tragedia, muerte, nacimiento y trascendencia. Krupskaya Pereira en Vientre de Hormiga, nos muestra los límites de un ser que se levanta y es en el transmutar el plomo cotidiano en palabras luminosas.
Poemas impregnados de pasión, algunos nos transportan a la reflexión frente a la infinitud de lo divino, otros describen paisajes, llagas, desencuentros, el aliento de una mujer frente al repicar imparable de los segundos. Poemas de redención en los que la autora, una hormiga del amor y la palabra nos vaticina que va a vaciar su vientre de tristezas y que su útero, que es el útero de la tierra va fecundar y alojar flores que acrecienten la felicidad.
Hay que leer a Krupskaya Pereira desde los colores de su pluma, sabiendo que está signada de manera irrefutable por los ángeles duales de la poesía.
Gabriel Cisneros Abedrabbo
Enero de 2024
Selección poética
Libro cerrado
Cuando pienso en la muerte,
imagino un libro cerrado
y un silencio sepulcral en cada renglón.
Imagino palabras mudas
que no encuentran un lector
y gimen en silencio.
Imagino las puertas de un librero
con un gran candado fuera
y nadie que de razón de la llave.
Moriré cuando los versos que me asfixian
se arruguen y se vuelvan ceniza
dentro de unas páginas olvidadas.
Mientras tu corazón
sienta estallar mi voz dentro del pecho
…yo viviré.
Pan de agua
Mi alma
es un lago de aguas frías,
un pedazo de algodón,
con raíces de manzanilla,
altiva como un pan de agua.
Bocado que me alimenta
cuando el dolor me come los huesos.
flor fragante que se esparce/
por mis venas
y me devuelve la alegría/
en mis días más grises.
No me creas
No me creas.
Créele al mar que se agita cabizbajo,
créele al sol que se duerme sobre sus olas
y a la luna que se mira en sus aguas mansas.
No creas en mí
Cree en mis sombras deslizándose descalzas.
Cree en los lirios sonrojándose entre tus manos.
Cree en la brisa besando tu ventana
y en la canción que aletea en tu pecho.
Cree en ti.
Cree en la voz que se esparce en la mañana,
Cree en la sonrisa dibujada en tu mirada.
En tu brillo que traspasa las montañas,
cree en tu luz que es gigante
y se derrama como flama.
Silencios
Mis silencios tienen
del agua la memoria,
del suspiro los huesos
que rasguñan mis ansias /
desbordadas.
Mis silencios saben a monte
a hojas secas
a pupilas sin sol.
a fuego en calma
y luz sin resplandor.
Son silencios antiguos
como mi alma.
silencios crudos.
Silencios que se hunden
en arena movediza
y se deshacen como niebla.