Gabriel CisnerosEN PALABRA EN PIE SE PUBLICAN ARTÍCULOS, POEMAS, CUENTOS Y OTROS TEXTOS DEL ESCRITOR ECUATORIANO GABRIEL CISNEROS ABEDRABBO, ES UN ESPACIO PARA EL ENCUENTRO DE LOS CREADORES CON EL EROTISMO, EL ARTE Y LA PALABRA, ESPACIO AL QUE PUEDEN ACCEDER QUIENES TRASCIENDAN SUS PROPIOS MIEDOS Y SALTEN DE LA CUERDA FLOJA SIN PERDER EL EQUILIBRIO ANTE LOS DEMONIOS QUE NOS ACOSAN EN LA COTIDIANIDAD.
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ROCÍO SORIA R.

Palabra en Pie - Escritores Invitados

 

  

Quito, 1979

Realizó estudios de pre y postgrado en varias universidades del Ecuador. Publicó "Huella Conceptual", libro con el que obtuvo el II Premio en el Concurso de Poesía, Universidad Central del Ecuador, 2003; obtuvo también el I Premio en el Concurso Interuniversitario de Relato Corto, Universidad San Francisco de Quito, 2005; Premio Internacional de Poesía Fanny León Cordero, 2005, Medalla de Bronce en el Concurso de Poesía, Cuento y Ensayo, Facultad de Filosofía, Universidad Central del Ecuador, 2006; I Primer Premio en el Concurso del Libro y de la Rosa, UNESCO – Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2006. Publicó  “El Cuerpo del Hijo”, 2008.

Obtuvo el Premio Ileana Espinel Cedeño, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, 2008 y fue seleccionada para integrar la antología del I Concurso Nacional de Poesía, Taller Cultural Retorno, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2009. Publicó también el poemario titulado “Isadora”, 2009.

Parte de su poesía ha sido recogida en antologías nacionales e internacionales, ha sido traducida al inglés e invitada a encuentros dentro y fuera del país.

 

La tristeza,

la inquebrantable tristeza,

la quietud de la tristeza.

 

La voz nombra a ese mismo dios que habiendo perdido su tinte macabro estalla de risa desde el hueco que lo pronuncia

-violín incrustado en su carne-.

 

El rumor de la ciudad entra por el ducto de la ventilación,

cruza ambos salones,

la música del fondo es un colector de aguas verdes.

 

Las ventanas de la casa fueron clausuradas para siempre,

un polvillo fino se asienta sobre las cosas,

una tortura se columpia en las máquinas  

                            diminutas de su cuerpo.

 

La mujer sostiene el cuchillo de cortar el pan,

se abre una boca en el muslo,

 

pequeños duendes la poseen

penetrando por la llaga una y otra vez,

la atraviesan entera,

 

ningún grito,

 

solo un tiritar de los objetos,

frascos destemplados en una sinfonía ácida.

 

 ***

 Finge un descuido para que la cuchilla siga hasta el final

-no es cualquier argucia esta-.

 

Es el final y el inicio.

 

El gato duerme en el terco umbral de las estrellas

como una nueva fatalidad

o

como una providencia.

 

La alfombra está llena de agujas,

océano lejano de alegrías,

secuelas de una larga enfermedad mental,

convulsiones violentas en los brazos.

 

Finge un descuido para que la cuchilla siga hasta el final

-no es cualquier argucia esta-

 

Es el final y el inicio

 

hay una cierta costumbre en el fondo de todo esto

       debe tratarse de lo irrevocable de los objetos muertos

 

*** 

El miedo del hombre había logrado atravesar los ambientes,

ambientes de aguja doble.

 

El miedo arrojó marionetas cínicas

por los ojos del hombre,

por su boca,

por sus oídos;

 

a veces las escupía con violencia

otras, simplemente le goteaban tristes

como viejos recuerdos de una tarde de lluvia.

 

El miedo arrojó títeres ágiles y acróbatas perfectos

por todos los órganos del hombre,

por todos sus tubos,

por todos sus conductos;

 

a veces los expulsaba fogosamente,

otras, simplemente los salivaba

 

 

erecciones dolorosas,

eyaculaciones contritas.