La naturaleza cansada de ser ultrajada, humillada y herida de muerte, prefiere sucumbir junto a los seres humanos, a quienes alimentó por siglos brindándoles los mejores frutos de su cosecha. A esto se suma a la deshumanización del ser, que dejó de lado los valores y principios más importantes, para convertirse en uno de los más grandes depredadores en una sociedad decadente donde reina el caos.

Estas siete visiones de futuro podrían ser un ancla de salvación. Se podría afirmar que es un puzzle que se va construyendo sueño tras sueño, con la colaboración de siete hiervas de té, tan solo conocidas por quienes la usan como medicina sagrada para incentivar al espíritu, curar enfermedades y permitir crear un mundo de posibilidades que podrían colaborar en la creación de un nuevo sistema de vida, como ofrenda para mejorar un orbe llamado Tierra, junto con sus huéspedes, que poco a poco han olvidado sus responsabilidades con ellos mismos y con su propia casa que les vio nacer, crecer y morir.

Estos sueños están hilvanados con ideas bien elaboradas, que a su vez se van entrelazando secuencialmente dentro de una gran trama que busca incentivar el espíritu ágil y creativo del autor, quién con sabiduría e imaginación creativa, arma toda una estructura de posibles soluciones, que permitan hacer un mundo nuevo, responsable y solidario ante sí mismo y la naturaleza.

El texto cuestiona y da la oportunidad al lector de analizar y seleccionar las posibilidades más compatibles con sus objetivos; que se ubique y logre llegar al fondo de sus necesidades y falencias en un examen de conciencia justo. Asumiendo responsabilidades, deberes y derechos, comprometiéndolo a ser parte de la solución y a no agudizar más los problemas existentes. En definitiva, es un síntoma antes del caos y fin de los días de la humanidad.

2050, Una Aventura para 7 Futuros Posibles, es más que una obra para el divertimento, más que un conjunto de relatos bien escritos, es una propuesta desde la visión futurística del autor, que nos invita a que tomemos conciencia que todos estamos de paso por este espacio tiempo y que tenemos una deuda con la vida, en la compleja y bella diversidad que nos rodea.

Margoth Proaño Miranda